Síndrome de muerte súbita infantil
Cómo prevenir la muerte súbita
SEGURIDAD INFANTILSALUD PREVENTIVA Y CUIDADOS MÉDICOS
Tomás Goñi González
12/4/20245 min read


Muerte Súbita Infantil: Entender y prevenir un fenómeno complejo
En los últimos años, el síndrome de muerte súbita del lactante, se conoce como Muerte Súbita Infantil (MSI) o SUDI del inglés (Sudden Unexpected Death in Infancy) y describe "aquel fallecimiento inesperado de un bebé menor de un año aparentemente durante el sueño y que:
permanece inexplicado tras una investigación exhaustiva
tiene explicación infecciosa o por anomalías anatómicas o del desarrollo
causada por prácticas del sueño no seguras y/o por lesiones no accidentales
En función de las circunstancias del fallecimiento se clasifica en distintos grupos según la clasificación de San Diego y en general, en aproximadamente el 60 - 80% de los casos, no se encuentra explicación
Este fenómeno, aunque poco frecuente, genera gran preocupación entre las familias y pediatras debido a su naturaleza impredecible. En este artículo abordaremos la incidencia, factores de riesgo y protectores, así como estrategias basadas en evidencia para prevenirla.
Incidencia Global y Local
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la incidencia global del SMI ha disminuido en los últimos 30 años gracias a campañas de concienciación. En España, las cifras actuales rondan entre 0,2 y 0,4 por cada 1.000 nacidos vivos, mientras que en países como Estados Unidos, donde la prevalencia ha sido históricamente mayor, se sitúa en 0,9 por cada 1.000 nacidos vivos (CDC, 2022).
El pico de incidencia ocurre entre los 2 y 4 meses de edad, con una ligera predominancia en varones. La mayoría de los casos se presentan entre las 0,00h y las 9,00 h, es decir, durante el sueño nocturno, lo que ha orientado la investigación hacia las condiciones del entorno de sueño como factor clave.
Factores de Riesgo: Más Allá del Entorno
La teoría más aceptada actualmente es el modelo de triple riesgo propuesto por Filiano y Kinney (1994), que postula que el SMI ocurre cuando convergen tres elementos:
1. Un lactante vulnerable (prematuridad, anomalías genéticas (como polimorfismo del gen 5HTT o del sistema nervioso autónomo).
2. Un período crítico de desarrollo (los primeros doce meses de vida y en especial los seis primeros).
3. Un factor estresante externo (posición de sueño inadecuada, sobrecalentamiento, humo del tabaco, presencia de infecciones banales).
Factores específicos:
Hay algunos factores que tienen especial relevancia;
• Dormir boca abajo o de lado:
Estudios como el de Carpenter et al. (2013) en The Lancet confirman que estas posiciones de sueño aumentan el riesgo por obstrucción respiratoria o re-respiración de CO2.
• Exposición al humo del tabaco:
El tabaquismo prenatal y postnatal incrementa el riesgo en un 50-60% según Mitchell et al. (2012, Pediatrics). Quizás esta se la principal medida sobre la que deberíamos actuar, para evitar exponer a los bebes tanto prenatal como postnatalmente al tabaco.
• Prematuridad o bajo peso al nacer:
Estas condiciones están asociadas a alteraciones en la regulación autónoma del sistema cardiovascular. La prematuridad (hasta las 43 semanas de edad corregida) puede multiplicar hasta por 4 el riesgo de SMSI. La gemelaridad podría ser factor de riesgo aunque podría deberse a la mayor proporción de prematuros y recién nacidos de bajo peso entre los gemelos
• Uso compartido de la cama:
Aunque el colecho seguro puede promover la lactancia, compartir la cama sin las medidas adecuadas aumenta significativamente el riesgo (Blair et al., 2014, BMJ). Es cierto que hay datos contradictorios en este sentido pero es importante ofrecer un entorno seguro, evitando colchones blandos y elementos alrededor del lactante que puedan provocar la asfixia
• Factores socioeconómicos:
Familias con menor nivel socioeconómico tienen una mayor incidencia debido a un menor acceso a información y recursos.(también hay datos contradictorios). Edad materna menor de 20 años parece ser factor de riesgo igualmente.
Factores Protectores: Estrategias Basadas en Evidencia
1. Posición supina
Colocar al bebé boca arriba para dormir, reduce el riesgo en más del 50%, como demostró la campaña “Back to Sleep” liderada por la American Academy of Pediatrics (AAP).
2. Entorno de sueño seguro
• Colchón firme y sin objetos sueltos:
Un estudio de Tieder et al. (2016, Pediatrics) recalca que el uso de cunas con colchones firmes y sin almohadas, mantas o peluches minimiza los riesgos.
• Habitación compartida (sin cama compartida):
La AAP recomienda que el bebé duerma en la misma habitación que los padres durante al menos los primeros 6 meses.
3. Lactancia materna
La lactancia exclusiva, incluso por un período corto, reduce el riesgo en un 40-50%, según Hauck et al. (2011, Pediatrics). Esto podría deberse a su efecto en la maduración inmunológica y regulación respiratoria.
4. Uso del chupete
Ofrecer un chupete durante el sueño reduce el riesgo de SMSI, aunque no está claro si el mecanismo es por mantener una vía aérea más abierta o por evitar el sueño profundo. No obstante, en la actualidad se recomienda ofrecer durante el sueño sin forzar ni recolocar
5. Temperatura adecuada
Evitar el sobrecalentamiento del bebé y mantener la habitación a una temperatura entre 20-22°C es esencial. Asimismo temperaturas ambientales excesivamente bajas también podrían aumentar el riesgo
Prevención: Educación y Acción
Por tanto, la prevención de la MSI requiere un enfoque multidimensional, incluyendo educación a las familias, seguimiento pediátrico adecuado y políticas de salud pública, enfocadas principalmente en tres aspectos:
1. Educación prenatal y postnatal:
Los programas que enfatizan el sueño seguro, como “Dormir boca arriba, cuna segura”, han sido exitosos en la reducción de casos. Un adecuado seguimiento pediátrico así como la correcta vacunación de los lactantes es fundamental para obtener información al respecto y para proteger a los niños
2. Reducción de exposición al humo del tabaco:
Estrategias para eliminar el tabaquismo en el entorno del bebé, tanto prenatal como postnatalmente pueden reducir significativamente el riesgo.
3. Promoción de la lactancia materna:
Políticas hospitalarias como la “Iniciativa Hospital Amigo del Niño” han mostrado un impacto positivo en la instauración de la lactancia.
Referencias Científicas Clave
1. Moon, R. Y., et al. (2016). “SIDS and Other Sleep-Related Infant Deaths: Updated 2016 Recommendations”. Pediatrics.
2. Hauck, F. R., et al. (2011). “Breastfeeding and Reduced Risk of Sudden Infant Death Syndrome”. Pediatrics.
3. Carpenter, R. G., et al. (2013). “Bed sharing when parents do not smoke: Is there a risk of SIDS?”. The Lancet.
4. Mitchell, E. A., et al. (2012). “Smoking and the Sudden Infant Death Syndrome”. Pediatrics.
Conclusión
Aunque la muerte súbita del lactante sigue siendo un desafío clínico, las estrategias preventivas han demostrado reducir significativamente su incidencia. La educación continua y la implementación de medidas basadas en evidencia son herramientas clave para proteger a los lactantes en esta etapa vulnerable.
Tomás Goñi González

