¿Mascotas en casa?

Ventajas e inconvenientes de las mascotas en casa

FAMILIA Y ENTORNO

Tomás Goñi Gonzzález

11/28/20245 min read

¿Mascotas en casa? Ventajas e inconvenientes

La convivencia con mascotas puede ser una experiencia enriquecedora para las familias, especialmente para los niños. Sin embargo, incorporar un animal en el hogar implica compromisos y desafíos que deben analizarse cuidadosamente. Este artículo aborda cómo las mascotas pueden influir en el desarrollo neurológico, emocional y físico de los niños, así como los riesgos y responsabilidades asociados.

Ventajas de tener una mascota

1. Desarrollo neurológico y habilidades emocionales

Tener una mascota en casa es una oportunidad única para fomentar el desarrollo cognitivo y emocional de los niños. Interactuar con animales mejora habilidades sociales como la empatía, la resolución de conflictos y la comunicación no verbal. Los niños aprenden a interpretar el lenguaje corporal de las mascotas, lo que estimula áreas cerebrales relacionadas con la interpretación de emociones y el aprendizaje social.

Un estudio reciente destacó que el cuidado diario de una mascota (alimentarla, sacarla a pasear o asearla) fomenta habilidades ejecutivas como la planificación y la organización. Estas habilidades, fundamentales para el éxito académico, también contribuyen a la gestión emocional y a la resolución de problemas en la vida cotidiana.

2. Regulación emocional y reducción del estrés

Las mascotas ofrecen un refugio emocional en momentos de estrés. En los niños, jugar o acariciar a un animal reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y aumenta la producción de oxitocina, que está vinculada al bienestar emocional. Este efecto es particularmente relevante para aquellos que enfrentan cambios familiares, problemas escolares o ansiedad social.

En el caso de niños con trastornos del desarrollo, como el TDAH o el autismo, la interacción con mascotas puede ser aún más beneficiosa. Se ha demostrado que los perros de asistencia ayudan a regular las emociones, aumentar la tolerancia a estímulos sensoriales y mejorar las interacciones sociales, disminuyendo las conductas disruptivas.

3. Beneficios inmunológicos y tolerancia a alérgenos

El contacto temprano con mascotas puede fortalecer el sistema inmunológico. La exposición a microorganismos presentes en el entorno de los animales estimula la maduración del sistema inmune, reduciendo la incidencia de enfermedades alérgicas y respiratorias, como el asma. Este fenómeno, conocido como la “hipótesis de la higiene”, explica por qué los niños que crecen con mascotas tienen una menor probabilidad de desarrollar ciertas alergias.

Además, la convivencia con animales fomenta una mayor diversidad de la microbiota intestinal, lo que no solo refuerza la salud inmunológica, sino que también reduce el riesgo de enfermedades inflamatorias y metabólicas.

4. Fomento de la actividad física y la socialización

Las mascotas, especialmente los perros, fomentan el ejercicio regular al requerir paseos diarios y tiempo al aire libre. Estas actividades no solo benefician la salud física, sino que también ayudan a los niños a desarrollar hábitos saludables desde una edad temprana.

Además, las mascotas suelen actuar como catalizadores sociales. Los paseos o las visitas al veterinario ofrecen oportunidades para que los niños interactúen con otras personas, lo que puede mejorar sus habilidades sociales y fortalecer su autoestima.

Inconvenientes de tener una mascota

1. Alergias y sensibilización a alérgenos

Aunque el contacto con mascotas puede ser beneficioso para algunos, en niños predispuestos genéticamente a alergias, la convivencia con animales puede desencadenar o agravar síntomas como rinitis, asma o dermatitis atópica. Los gatos, en particular, producen un alérgeno potente (Fel d 1) que puede ser problemático incluso en hogares muy limpios.

En estos casos, es fundamental realizar pruebas alérgicas antes de introducir una mascota en el hogar. Además, se debe mantener una limpieza rigurosa, incluyendo aspirado frecuente y el uso de filtros HEPA en el hogar.

2. Enfermedades zoonóticas y riesgos de higiene

Las mascotas pueden ser portadoras de enfermedades zoonóticas, como la toxoplasmosis, la toxocariasis y la leptospirosis, que pueden transmitirse a los humanos, especialmente a los niños pequeños. Estas infecciones suelen contraerse a través del contacto con heces, saliva o agua contaminada.

La educación en higiene es crucial. Los niños deben aprender a lavarse las manos después de interactuar con las mascotas, y los padres deben asegurarse de mantener al día las vacunaciones y desparasitaciones del animal.

3. Compromiso económico y de tiempo

El cuidado de una mascota implica una inversión significativa de tiempo y recursos. Además de los costos relacionados con la alimentación y la atención veterinaria, las familias deben estar preparadas para dedicar tiempo diario a actividades como paseos, limpieza y juego. En hogares con agendas muy ocupadas, esto puede convertirse en una fuente de estrés.

4. Conflictos familiares por la distribución de responsabilidades

Aunque las mascotas son una oportunidad para enseñar responsabilidad, la carga del cuidado del animal a menudo recae en los adultos, incluso si inicialmente se asigna a los niños. Esto puede generar conflictos familiares si no se establecen reglas claras desde el principio sobre quién será responsable de las diferentes tareas.

Impacto en la dinámica familiar

La presencia de una mascota afecta significativamente la dinámica del hogar. Por un lado, puede fortalecer los lazos familiares al promover actividades compartidas, como paseos o juegos. Sin embargo, también puede generar tensiones si las responsabilidades no están claramente definidas o si uno de los miembros de la familia no está completamente de acuerdo con la decisión de adoptar un animal.

En familias con varios hijos, la convivencia con una mascota puede resaltar diferencias en la asignación de tareas, lo que, si no se maneja adecuadamente, puede ser una fuente de conflictos. Por ello, es importante que todos los miembros del hogar participen en la decisión de adoptar una mascota y que se distribuyan las responsabilidades de manera justa.

Recomendaciones prácticas antes de adoptar una mascota

1. Evaluar la salud y las necesidades del niño: Consultar con un pediatra, especialmente si hay antecedentes familiares de alergias, y realizar pruebas alérgicas si es necesario.

2. Elegir la mascota adecuada: Considerar factores como el espacio disponible, el tiempo que se puede dedicar al cuidado del animal y las características de la familia.

3. Establecer responsabilidades claras: Asignar tareas específicas a cada miembro de la familia para evitar conflictos y asegurar que el animal reciba el cuidado necesario.

4. Mantener un entorno limpio y seguro: Garantizar una higiene adecuada en el hogar y en la mascota, incluyendo visitas regulares al veterinario y la limpieza de los espacios donde vive el animal.

5. Considerar el impacto a largo plazo: Las mascotas tienen una esperanza de vida que puede superar los 10 años. La familia debe estar preparada para asumir este compromiso durante todo el ciclo de vida del animal.

Conclusión

Tener una mascota puede enriquecer el desarrollo neurológico y emocional de los niños, además de fortalecer su sistema inmunológico. Sin embargo, es importante valorar las posibles complicaciones, especialmente en familias con antecedentes de alergias. Antes de incorporar una mascota, se recomienda consultar con un pediatra y, si es necesario, realizar pruebas alérgicas.

Las mascotas no solo son compañeros fieles, sino también una herramienta poderosa para fomentar el desarrollo integral de los niños. Con una planificación adecuada, pueden convertirse en un miembro valioso de la familia, ofreciendo experiencias que moldean la infancia de manera positiva y duradera.

Tomás Goñi González