Marcha "de puntillas"
Descubre si es normal que tu hijo ande "de puntillas·"
DESARROLLO INFANTIL
Tomás Goñi González
12/31/20243 min read


La marcha de puntillas, también conocida como toe walking, es un patrón de deambulación en el que los niños caminan apoyándose en la parte delantera de los pies, sin utilizar los talones. Este comportamiento es relativamente común en los primeros años de vida y puede ser completamente normal. Sin embargo, existen circunstancias en las que puede ser un signo de alarma que requiere una evaluación más detallada.
¿Cuándo es normal la marcha de puntillas?
Es habitual que los niños pequeños caminen de puntillas en las primeras etapas de la marcha, especialmente entre los 12 y los 24 meses. En la mayoría de los casos, este patrón desaparece espontáneamente antes de los 3 años a medida que el niño adquiere un control motor más maduro. Hay que confirmar que en estático el niño apoya el pie completo en el suelo y que a partir de los 3 años es capaz de andar sobre los talones
La marcha de puntillas puede ser simplemente un hábito o una forma de exploración del movimiento y suele estar acompañada de un desarrollo motor normal en otras áreas.
Signos de alarma
Aunque en muchos casos la marcha de puntillas no es motivo de preocupación, existen situaciones en las que es importante investigar más a fondo. Algunos signos de alarma incluyen:
1. Persistencia más allá de los 3 años
Si un niño mayor de 3 años continúa caminando de puntillas sin alternar con una marcha normal, se recomienda evaluación para descartar causas subyacentes
2. Rigidez muscular o limitación del rango de movimiento
Si al intentar flexionar el pie hacia arriba (dorsiflexión) el talón no toca el suelo, podría indicar una contractura del tendón de Aquiles o alteraciones neuromusculares.
3. Retraso global del desarrollo
Si la marcha de puntillas está asociada a retrasos en otras áreas, como el lenguaje o las habilidades motoras gruesas, podría ser indicativa de trastornos más amplios.
4. Asimetría
Si el patrón de marcha de puntillas ocurre solo en una pierna, puede ser un signo de una afección subyacente como una dismetría en los miembros inferiores o un problema neurológico focalizado.
5. Antecedentes familiares o clínicos relevantes
Factores como un historial familiar de trastornos neuromusculares, partos complicados o hipertonía neonatal deben ser considerados.
6. Asociación con otros signos neurológicos
Como espasticidad, debilidad muscular, hiperreflexia o alteraciones del equilibrio.
Posibles causas patológicas
Cuando la marcha de puntillas persiste o está asociada a signos de alarma, se debe considerar la posibilidad de:
• Marcha de puntillas idiopática: Una condición benigna en la que no se identifica una causa subyacente. La mayoría tienden a resolverse antes de los 8 años. En un porcentaje entre 35-50% de los casos hay antecedentes de algún familiar que también andaba de puntillas. Existe un cuestionario denominado "Toe Walking Tool", que es usado para diferenciar aquellas marchas de puntillas idiopáticas de las de origen médico
• Trastornos neuromusculares: Como parálisis cerebral, distrofia muscular o miopatías congénitas.
• Trastornos del neurodesarrollo: Por ejemplo, el trastorno del espectro autista (TEA).
• Alteraciones ortopédicas: Como contracturas del tendón de Aquiles o discrepancia en la longitud de las piernas.
El tratamiento depende de la causa subyacente:
• En casos idiopáticos, se pueden recomendar ejercicios de estiramiento o fisioterapia para prevenir contracturas.
• En presencia de contracturas significativas, pueden ser necesarias férulas nocturnas o incluso cirugía.
• En trastornos neurológicos, un enfoque multidisciplinario con neurología, rehabilitación y ortopedia es fundamental.
Algunos ejercicios que pueden ayudar en casa a corregir la marcha de puntillas son:
Estiramientos dl tendón de Aquiles y gemelos: colocar al niño frente a la pared apoyando las manos y hacer que estire una pierna hacia atrás manteniendo el talón apoyado en el suelo
Caminar sobre un plano inclinado
Juegos con texturas: caminar descalzo sobre superficies variadas (arena, césped,..) para favorecer el desarrollo del arco plantar
Marcha guiada: motivar al niño a caminar apoyando primero el talón y luego la punta usando líneas en el suelo como guías
Conclusión
La marcha de puntillas en niños pequeños suele ser un fenómeno transitorio y benigno. No obstante, su persistencia o asociación con otros síntomas puede ser indicativa de problemas neurológicos, musculares u ortopédicos que requieren intervención. Como pediatras, nuestra misión es identificar a tiempo los casos que necesitan atención especializada para garantizar el mejor desarrollo motor de nuestros pacientes.
Referencias
1. Engström, P., & Tedroff, K. (2012). Idiopathic toe-walking: prevalence and natural history from birth to ten years of age. The Journal of Bone and Joint Surgery. American Volume, 94(24), e180.
2. Alvarez, C., De Vera, M., & Beauchamp, R. (2007). Classification of idiopathic toe walking based on gait analysis: development and application of the ITW severity classification. Gait & Posture, 26(3), 428–435.
3. Stricker, S. J., & Angulo, J. C. (1998). Idiopathic toe walking: a comparison of treatment methods. The Journal of Pediatric Orthopedics, 18(3), 289–293.
Tomás Goñi González