Controles médicos esenciales en recién nacidos prematuros
Controles que debe de tener un recién nacido prematuro
SALUD PREVENTIVA Y CUIDADOS MÉDICOS
Tomás Goñi González
11/30/20244 min read


El nacimiento prematuro, definido como el parto que ocurre antes de las 37 semanas de gestación, puede ser un desafío significativo tanto para el bebé como para su familia. Los bebés prematuros enfrentan un mayor riesgo de complicaciones debido a la inmadurez de sus órganos, y esto requiere un seguimiento médico minucioso y específico. Este artículo detalla de manera extensa los controles médicos fundamentales para garantizar su desarrollo y bienestar.
¿Por qué son importantes los controles médicos en prematuros?
El cuerpo de un recién nacido prematuro está en pleno desarrollo y adaptación a un entorno para el que no estaba preparado aún. La falta de madurez de sistemas clave (respiratorio, digestivo, neurológico, inmunológico, entre otros) puede derivar en complicaciones a corto, mediano y largo plazo. Los controles médicos permiten detectar y tratar estos problemas de manera temprana, ofreciendo al bebé las mejores oportunidades para crecer y desarrollarse de manera saludable.
1. Consultas pediátricas regulares
Las visitas al pediatra son el pilar fundamental del seguimiento de un bebé prematuro. Estas consultas son más frecuentes que en los bebés nacidos a término, especialmente durante el primer año de vida.
Objetivos principales de las consultas:
• Crecimiento físico: Se evalúan el peso, la longitud y el perímetro cefálico, utilizando curvas de crecimiento específicas para prematuros, como las de Fenton o INTERGROWTH-21. Estas herramientas consideran la edad corregida, que se calcula restando las semanas que faltaron para llegar a término.
• Evaluación del desarrollo: Se monitorean los hitos del desarrollo motor, cognitivo y social, como el control de la cabeza, las primeras sonrisas y la capacidad de voltearse o sentarse.
• Prevención de complicaciones: Se detectan posibles problemas asociados con la inmadurez orgánica, como infecciones, dificultades respiratorias o problemas digestivos.
Qué pueden hacer los padres:
• Registrar las medidas de peso y talla en casa para compartirlas con el pediatra.
• Mantener un diario con preguntas sobre la alimentación, el sueño y el comportamiento del bebé.
• Ser puntuales en las citas, ya que los controles periódicos permiten identificar cambios de manera oportuna.
2. Evaluación oftalmológica
La retinopatía del prematuro (ROP) es una afección ocular causada por el desarrollo incompleto de la retina. En algunos casos, esta condición puede progresar a desprendimiento de retina y/o pérdida de visión.
¿Cuándo se realiza la evaluación?
• Se recomienda realizar el primer examen entre las 4 y 6 semanas de vida, especialmente en bebés nacidos antes de las 30 semanas de gestación o con peso inferior a 1.500 gramos.
• Las evaluaciones se repiten cada 1-2 semanas hasta que la retina esté completamente desarrollada o se haya tratado cualquier anormalidad.
Qué deben saber los padres:
• Es normal que se utilicen gotas para dilatar las pupilas antes del examen.
• Si se detecta retinopatía, pueden requerirse tratamientos como láser o inyecciones intraoculares para prevenir daños mayores.
3. Evaluación auditiva
Los problemas de audición son más comunes en bebés prematuros debido a infecciones, exposición a medicamentos ototóxicos o tiempo prolongado en la UCIN (Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales).
Métodos de evaluación:
• Otoemisiones acústicas (OEA): Detectan si el oído interno responde adecuadamente a estímulos sonoros.
• Potenciales evocados auditivos: Evaluación más detallada que mide la actividad del nervio auditivo y el cerebro en respuesta al sonido.
Frecuencia:
• Se realiza una prueba inicial antes del alta hospitalaria y, si hay factores de riesgo, se repite a los 6 meses y al año.
4. Control neurológico
La inmadurez del sistema nervioso en bebés prematuros puede provocar complicaciones como hemorragias intracraneales, alteraciones del tono muscular o retrasos en el desarrollo motor y cognitivo.
Pruebas habituales:
• Ecografía transfontanelar: Se realiza en las primeras semanas de vida para identificar hemorragias cerebrales o anomalías estructurales.
• Evaluaciones periódicas: El pediatra o neuropediatra evaluará el tono muscular, los reflejos y las habilidades motoras del bebé.
Señales de alerta para los padres:
• Retrasos en habilidades motoras, como sostener la cabeza o sentarse.
• Rigidez o flacidez muscular.
• Falta de respuesta a estímulos visuales o sonoros.
5. Evaluación cardiovascular
En bebés prematuros, la persistencia del conducto arterioso (PCA) es común. Este es un vaso sanguíneo que debería cerrarse después del nacimiento, pero que puede permanecer abierto y afectar la circulación.
Pruebas realizadas:
• Ecocardiograma: Para identificar problemas como el PCA u otras anomalías cardíacas.
• Monitoreo de la presión arterial, especialmente en bebés con antecedentes de ventilación prolongada.
Síntomas a vigilar en casa:
• Respiración acelerada o dificultosa.
• Fatiga durante las tomas.
• Sudoración excesiva.
6. Seguimiento nutricional y metabólico
El crecimiento adecuado de un bebé prematuro depende de una nutrición equilibrada y adaptada a sus necesidades.
Aspectos clave:
• Deficiencia de hierro: Los bebés prematuros tienen menores reservas de hierro, lo que aumenta el riesgo de anemia. Puede requerirse suplementación.
• Minerales óseos: Niveles bajos de calcio y fósforo pueden causar osteopenia, una condición que afecta la densidad ósea.
Recomendaciones nutricionales:
• Lactancia materna: Es la mejor opción, ya que proporciona nutrientes esenciales y fortalece el sistema inmunológico.
• Fortificantes de leche: Si el bebé no aumenta de peso adecuadamente, el pediatra puede recomendar fortificadores para añadir calorías y nutrientes a la leche materna.
7. Vacunación
Los bebés prematuros deben seguir un calendario de vacunación adaptado a su edad cronológica (desde el nacimiento, no la fecha estimada de parto).
Puntos destacados:
• Vacuna contra el VRS (virus sincitial respiratorio): Es una profilaxis indicada para prevenir infecciones respiratorias graves.
• Todas las demás vacunas se administran según las pautas habituales.
8. Estimulación temprana
La estimulación temprana ayuda a los bebés prematuros a alcanzar su potencial de desarrollo motor, sensorial y cognitivo.
Intervenciones disponibles:
• Fisioterapia: Promueve el desarrollo muscular y motor.
• Terapia ocupacional: Ayuda en habilidades sensoriales y motoras finas.
• Terapia del lenguaje: Si hay dificultades en la alimentación o la comunicación.
Actividades en casa:
• Realizar masajes suaves para estimular el sistema nervioso.
• Hablar y cantar al bebé para fomentar el lenguaje y el vínculo emocional.
Conclusión
El seguimiento médico de un recién nacido prematuro es un proceso integral que requiere la colaboración activa entre la familia y el equipo de salud. Con los cuidados adecuados y un monitoreo constante, los bebés prematuros pueden superar los desafíos iniciales y desarrollarse de manera saludable. Cada control es una oportunidad para garantizar su bienestar y fortalecer su camino hacia un futuro prometedor.
Tomás Goñi González